Una Aventura Improvisada
Domingo, las horas de la mañana pasaron rápidamente, el reloj como siempre en conteo imparable de los minutos. Después de un baño nos miramos a los ojos, miramos hacia la cocina y nos asalto una sonrisa de esas cómplices, seguido de salgamos a comer y asentamos con cabeza. Provocaba un buen asado como carnívoros que somos, encendimos nuestro caballo de acero, y emprendimos el camino. Poco a poco le fuimos ganando distancia a la carretera y nos alejábamos más nuestra amada cueva, con el sol a nuestras espaldas, el olor a naturaleza, y una sensación de liberta, un entusiasmo de aventura improvisada nos invadía kilometro a kilómetro. Primera parada, La Laguna, al detenernos y observar la belleza del paisaje, la tranquilidad del agua, y la dicha de estar en ese justo momento con la persona mas especial y rara del planeta, que amo y adoro de formas y maneras que no se pueden describir, fue uno de nuestros mejores recuerdos. Comer una super mojarra y quedar saciados a p...